La Línea de Nuevas Tecnologías aplicadas a la administración de Justicia está coordinada, desde 2020, por el Ministerio de Justicia de Portugal. Además de Portugal, Andorra, Argentina, Bolivia, Costa Rica, España, El Salvador, Nicaragua y Paraguay también son miembros de esta Línea. Se eligió la coordinación de esta Línea porque Portugal está a la vanguardia de las nuevas tecnologías en el ámbito de la Justicia. 

Portugal asumió la coordinación de la Línea de Trabajo de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Administración de Justicia en el contexto de la Declaración de Buenos Aires, resultante de la Asamblea General Extraordinaria de la COMJIB, celebrada los días 12 y 13 de diciembre de 2018. Portugal, como coordinador de esta Línea de Trabajo se comprometió a desarrollar un conjunto de iniciativas que promuevan el intercambio de experiencias y el debate sobre el potencial y los retos que las nuevas tecnologías plantean al sector de la justicia en su relación con los ciudadanos. El objetivo general del Plan de Trabajo de esta Línea es mejorar las tecnologías en el ámbito de la Justicia, con el fin de optimizar y agilizar los medios de intercambio de información en la lucha contra la delincuencia. En concreto, pretende promover el intercambio de experiencias y buenas prácticas en el ámbito de las tecnologías implantadas en los países iberoamericanos; fomentar la creación de sinergias, en el ámbito de las tecnologías implantadas en el sector de la justicia, con organismos internacionales y el sector privado; promover y difundir información sobre los sistemas de justicia iberoamericanos y adoptar un nuevo enfoque para el Portal Iberoamericano de e-Justicia (PIAJE). 

Teniendo en cuenta el contexto de la pandemia COVID-19, fue necesario replantear todo el Plan de Trabajo previsto inicialmente. No obstante, ya se han celebrado dos reuniones técnicas y se ha elaborado un libro electrónico dedicado a la "Modernización y Servicios Digitales de la Administración de Justicia en el espacio iberoamericano y medidas COVID-19", que nació de la necesidad de compartir experiencias en los países iberoamericanos, sistematizando las medidas que se adoptaron en tiempos de la pandemia, al tiempo que sentó las bases para seguir reflexionando sobre el papel que pueden [y suelen] jugar las nuevas tecnologías en el sector de la justicia en el espacio iberoamericano.